Periodismo y Pensamiento
La incoherencia de un
intelectual como William Ospina
Carta abierta a William Ospina
"Apoyar
a Uribe-Zuluaga es cohonestar con el delito"
Quien
fuera agente literario del escritor y su director y socio en la revista
‘Número’, publicación que Ospina dirigió en su última edición, le escribe esta
carta abierta.
Por:
Guillermo González Uribe
Aún no
salgo de mi asombro, como muchos amigos y seguidores de tus textos, por tu
apoyo al binomio Uribe-Zuluaga para las elecciones presidenciales del próximo
15 de junio.
No sé
realmente cuál es la razón de tu decisión, pues no se ve muy clara en tu
escrito, pero siento que es la apuesta más desafortunada que has hecho en tu
vida. Me atrevo a decir que apoyar a Uribe-Zuluaga es cohonestar con el delito.
¿Por qué? No voy a especular ahora. Te recuerdo una investigación que
publicamos en Número (1) hace algunos años, la cual sintetizo.
Francisco
Villalba, testigo y ejecutor de la espeluznante masacre de El Aro, realizada en
1997 en Antioquia, atestiguó ante la Fiscalía General de la Nación, y luego
frente a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, en 2009,
que Álvaro Uribe y su hermano estuvieron presentes en la reunión en que se
preparó la masacre, junto con altos jefes paramilitares, y que luego de cometer
la masacre, Uribe y su hermano los felicitaron, de cuerpo presente. En las
investigaciones sobre el hoy desaparecido DAS, Departamento Administrativo de
Seguridad, entidad de inteligencia que dependía directamente del presidente de
la República, se conocieron grabaciones en la que altos mandos de esa
institución hablan sobre este testigo, diciendo que tienen que investigarlo
para saber qué tiene en contra de su jefe, el entonces presidente de la
República (2). Pese a tener una condena vigente de 33 años de cárcel por la
masacre, Villalba fue dejado en libertad, inexplicablemente, y al poco tiempo
fue asesinado. Esto ocurrió cuando el DAS trabajó de la mano con los
paramilitares, entregándoles información para asesinar gente. Pero la
investigación por la masacre de El Aro no se ha movido; allí la justicia, si de
verdad quisiera actuar, encontraría cómo hacerlo... ¿De dónde provino la orden,
quién la dio, de matar al único paramilitar que se atrevió a testificar contra
el expresidente y su hermano? Sobre el caso, Salvatore Mancuso, jefe
paramilitar, afirmó que en la época de la masacre —cuando Uribe se desempeñaba
como gobernador de Antioquia—, su secretario de Gobierno, Pedro Juan Moreno,
sabía lo que ocurriría en El Aro. Y contó que durante la masacre el helicóptero
de la Gobernación sobrevoló la zona, tal como también lo había afirmado
Francisco Villalba, el testigo asesinado (3). No será ya tiempo de encarar, de
una vez por todas, una investigación seria y profunda sobre Álvaro Uribe Vélez,
de quien Virginia Vallejo, la amante de Pablo Escobar, afirmó que el capo se
refería a él como “el muchacho bendito” que les permitió la primera gran
expansión del narcotráfico, pues desde su cargo como director de Aeronáutica Civil
les dio las licencias para las pistas y los aviones del narcotráfico (4). Sería
bueno, incluso para él y sus seguidores, que se sepa si es cierto o no que fue
él, cuando ocupó la Gobernación, quien apoyó las cooperativas Convivir como
punta de lanza para el desarrollo del paramilitarismo —donde establecieron
alianzas con políticos, Fuerzas Armadas y empresarios—, en venganza porque las
Farc asesinaron a su padre cuando intentaron secuestrarlo.
William,
como bien sabes, el entorno de Álvaro Uribe está plagado de casos que bordean
el crimen. Francisco Santos, quien fuera su vicepresidente y ahora el apoyo del
binomio Uribe-Zuluaga para las elecciones en Bogotá, según testimonios grabados
de comandantes paramilitares, fue quien les pidió que crearan un grupo
paramilitar en la capital. Y en una de las reuniones programadas con ese fin,
Francisco Santos le dijo al jefe paramilitar Salvatore Mancuso, al hablar de
las ONG: “Maten a todos esos que se están tomando este país, pero no me los
desaparezcan por que los desaparecidos se convierten en un problema para mi
fundación” (5), hablando de su fundación País Libre.
Sobran los
casos. Fernando Londoño, uno de los principales escuderos de Uribe, sindicado
por muchos de saquear las arcas del Estado en el caso Invercolsa; José Obdulio
Gaviria, de quien su primo hermano, El Osito, hermano de Pablo Escobar, afirmó
en su libro que iba a pedirles plata a la cárcel de La Catedral, y este mismo
José Obdulio acaba de amenazar al presidente Santos con la venganza si el uribismo
gana las elecciones. Y no hablemos de Zuluaga y su falta de coraje, hombría y
valentía para aceptar que sí, que quien aparece en el video del hacker en el
que cohonesta con el delito es él, de lo cual no hay ninguna duda. Para no
hablar sobre otro aliado de Uribe, el procurador Ordóñez y su cruzada en contra
de la izquierda, los homosexuales y todo lo diferente.
Si te
queda alguna duda de lo que se proponen, baste citar a la congresista Cabal
—que celebró la muerte de tu amigo García Márquez y lo condenó al infierno—,
quien luego del triunfo de Uribe-Zuluaga en la primera vuelta, dio gracias al
cielo por librarnos del comunismo ateo que representa Santos. Lo cual me hizo
recordar las palabras de Laureano Gómez cuando incitó a la violencia en los
años cincuenta, en su disco El Basilisco: “El liberalismo ha muerto, y sus
huestes ‘están colonizadas por el comunismo’, y como hay en el planeta dos
mundos, el del comunismo y el del anticomunismo, y en este último han inscrito
sus nombres los jefes conservadores, la lucha a muerte está trabada en estos
términos, y en este campo”.
William,
aún es tiempo de rectificar. Recuerda que, como señala un crítico de tu
posición, a Borges nunca le perdonaron que, por su odio a Perón, apoyó a los
dictadores Videla de Argentina y Pinochet de Chile. Ojalá el senador Robledo y
otros del Polo recapaciten también sobre su posición de supuesta neutralidad y
voto en blanco, y los cientos de demócratas que por pureza o egolatría pueden
convertirse en cómplices de quienes, una vez en el poder, no lo soltarán
fácilmente, como ya está visto, causarán miles y miles de muertes y retrasarán
por muchos años el fin de la guerra y la construcción de un país más amable
para todos, y no sólo para unos pocos.
Con un
saludo especial, Guillermo González Uribe.
Notas:
(1).-Publicado originalmente en revista Número, edición 62:
http://elaladearriba.wordpress.com/guillermo-gonzalez-uribe/periodismo/politica/el-asesinato-de-francisco-villalba-alvaro-uribe-y-la-masacre-de-el-aro/
(2).- Revista Semana, edición 1454 de marzo del 2010:
http://www.semana.com/nacion/articulo/los-e-mails-del-das/114321-3 (3).- Verdad
Abierta:
http://www.semana.com/nacion/-/articulo/mancuso-salpica-militares-masacres-el-aro-la-granja-antioquia/97443-3
(4).- Vallejo Virginia, “Amando a Pablo. Odiando a Escobar”, Editorial Planeta,
Bogotá, septiembre del 2007. (5).-
http://www.verdadabierta.com/component/content/article/36-jefes/4284-la-parapolitica-segun-mancuso-el-aleman-y-jorge-40/
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